
Si el venezolano Ozzie Guillén se convierte en nuevo manager
de los Marlins, como bien se espera, entonces los Medias Blancas y el equipo de
Miami ya han acordado la compensación para Chicago.
Los jugadores que
llegarían a la organización de los White Sox serían el utility boricua Osvaldo
Martínez y el derecho dominicano Jahn Maríñez. Guillén fue dejado en libertad
por Chicago cuando le quedaba un año de contrato, justamente para que pueda
buscar una nueva oportunidad.
Guillén, quien fue coach de tercera de los
Marlins en el 2002 y el 2003, tuvo marca de 678-617 con los Medias Blancas del
2004 al 2011, conquistando la Serie Mundial del 2005.
Se ha especulado
que el contrato de Guillén en los Marlins será de dos años y US$8 millones.
El recibir compensación por un manager ido no es algo muy común en
Grandes Ligas. De hecho, es bastante raro. Sólo se ha hecho en cuatro ocasiones,
si se incluye el caso de Guillén.
El 5 de noviembre de 1976, Chuck
Tanner fue canjeado por los Atléticos a los Piratas por el cátcher panameño
Manny Sanguillén. Tanner llevaría a Pittsburgh a una corona de Serie Mundial en
1979.
Tanner fue el segundo dirigente "cambiado" de un equipo a otro.
Pero lo más extraño fue el 3 de agosto de 1960, cuando Jimmy Dykes fue canjeado
a los Tigres por los Indios, a cambio del también piloto Joe Gordon.
Casi 26 años después del movimiento de Tanner, Lou Piniella y los
Marineros estuvieron en el tercer canje de un manager y el último hasta Guillén.
Piniella volvió al estado de la Florida para estar más cerca de su hogar,
trasladándose al equipo de Tampa Bay el 28 de octubre del 2002 por el jardinero
Randy Winn.
Piniella dirigió a Tampa Bay del 2003 al 2005, pero allí
nunca ganó más de 70 partidos en una temporada. De su parte, Winn sí produjo con
los Marineros.
Cada uno de los managers principales involucrados en los
"cambios" tuvo lazos con la ciudad de Chicago. Tanner fue piloto de los Medias
Blancas de 1970 a 1975, mientras que Piniella ganó dos títulos divisionales al
frente de los Cachorros en el 2007 y el 2008.
Ahora le toca a Guillén
cambiar de ambiente. Es un movimiento que tuvo que hacerse, ya que ambas partes
necesitaban ir en direcciones diferentes.
"Nunca ha habido dudas acerca
de las intenciones de todos aquí", dijo el manager de los Medias Blancas, Ken
Williams. "Y ésas fueron ganar, y ganar en grande. A veces (hay obstáculos)."
Dijo Guillén: "Si alguien le echa la culpa a Kenny o (al dueño de los
White Sox) Jerry (Reinsdorf), se equivoca. Esta decisión la tomé por muchas
razones. Aún viviré en Chicago. Mi hogar es en Chicago. Pero lo mejor es que me
voy de aquí con la frente en alto." /MLB
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