Oficialmente, el venezolano Henry Blanco es el receptor suplente de los D-backs.
Extraoficialmente, su papel es mucho más
significativo.
"Blanco es a veces un compañero de equipo, a veces un
padre, a veces un hermano", describió el jardinero izquierdo de los D-backs, el
también venezolano Gerardo Parra. "No me alcanzan las palabras para decirle todo
lo que él me ha ayudado este año''.
Blanco redondea un promedio global
de .228, con 68 jonrones y 277 carreras impulsadas en 900 juegos a lo largo de
14 temporadas con los Dodgers, Rockies, Cerveceros, Bravos, Mellizos, Cachorros,
Padres, Mets y D-backs.
Bateó para .250 con ocho jonrones y 12 carreras
remolcadas en 37 partidos con los D-backs en el 2011, pero su valía no puede ser
medida por las estadísticas. Es un mentor para los peloteros latinoamericanos
del equipo y un modelo ejemplar para todos en el clubhouse.
Al igual que
lo hace Parra, el receptor titular de los D-backs, el venezolano Miguel Montero,
le da crédito a Blanco por guiarlo en lo que ha sido su mejor temporada.
"He contado con mucha gente que me ha ayudado a mí a lo largo de todos los años,
tanto norteamericanos como latinoamericanos, y todos siempre me aconsejaron a
ser positivo y a seguir hacia adelante'', reconoció Blanco.
"Siempre tuve
la guía de todos mis compañeros de equipo, especialmente cuando era un jovencito
en las Ligas Menores''.
Blanco conoce perfectamente cuál es su rol.
También comprende que a los 40 años de edad ya no puede recibir en tantos juegos
como cuando era más joven, pero todavía mantiene el ferviente deseo de
contribuir a su equipo.
"Es mi turno ahora de ayudar a los peloteros más
jóvenes'', precisó Blanco. "Hace tiempo estuve en el lugar de ellos. Es mi
trabajo, pero siento que es algo natural en mi''. /MLB
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